Howard Lee é daqueles grandes e raros mestres com quem você encontra e sua vida se transforma pra sempre e continuamente.
Aprendi com ele a indução de energia The Light of Life em 2003 quando o conheci em Los Angeles. Depois ele passou a ir a meus recitais e acompanhou as transformações que minhas músicas provocavam em mim e nos ouvintes: eu começara a criar música no momento das performances, como um download consciente de energia multidimensional em configuraçòes sonoras.
Deste período até 2005, quando fiz o Light of Life Longevity® Exercises Instructor Training Course, tive a honra e o privilégio de fazer parte do seleto grupo de amigos pessoais de Howard Lee, o que muito me trouxe raras experiências que costumo contar...
Quero hoje compartilhar um pouco da sabedoria deste mestre e introduzir a matriz energética The Light of Life para aqueles que ainda nao a puderam acessar e para aqueles que farão comigo algumas aulas nesse mês de maio em Juiz de Fora.
Aprendi com ele a indução de energia The Light of Life em 2003 quando o conheci em Los Angeles. Depois ele passou a ir a meus recitais e acompanhou as transformações que minhas músicas provocavam em mim e nos ouvintes: eu começara a criar música no momento das performances, como um download consciente de energia multidimensional em configuraçòes sonoras.
Deste período até 2005, quando fiz o Light of Life Longevity® Exercises Instructor Training Course, tive a honra e o privilégio de fazer parte do seleto grupo de amigos pessoais de Howard Lee, o que muito me trouxe raras experiências que costumo contar...
Quero hoje compartilhar um pouco da sabedoria deste mestre e introduzir a matriz energética The Light of Life para aqueles que ainda nao a puderam acessar e para aqueles que farão comigo algumas aulas nesse mês de maio em Juiz de Fora.
Texto extraído do site http://www.thelightoflife.com/ de Howard Y. Lee
El universo es una miríada de diferentes frecuencias energéticas . Por supuesto, el universo es energía. Dentro de él hay muchas dimensiones y planos diferentes de existencia. Incluso la ciencia está empezando a hablar de esto en términos reales, por ejemplo los defensores de la Teoría de La Cuerda y otros han postulado que hay muchas dimensiones en el universo. Yo me permito decir que nosotros mismos existimos en diferentes dimensiones al mismo tiempo; somos, a decir verdad seres multidimensionales.“The Light of Life” es una Energía multidimensional, un recurso interdimensional de Conocimiento trascendente, codificado en energía. Accedemos e él de un modo interdimensional, más allá del plano racional. Esto puede parecer complicado pero no lo es en absoluto. Una vez que lo hayan experimentado se darán cuenta de que es difícil de explicar y , sin embargo, tendrán conocimiento interno de ello.
Si vamos atrás unos cientos de años, a parte de la pequeña porción de luz visible que usábamos para percibir el mundo, no sabíamos que existían todas las otras frecuencias y longitudes de onda, desde los rayos cósmicos a las ondas de radio. Las diferentes frecuencias de energía que se usan hoy eran aún desconocidas hasta hace unos cien años atrás. Estos fenómenos no pueden ser revelados a los sistemas sensoriales humanos sin la ayuda de instrumentos o aparatos técnicos.
Podría ser instructivo recordar que como humanos percibimos el mundo a través de unos parámetros muy estrechos. De hecho, percibimos la realidad con una banda muy pequeña de frecuencias energéticas dentro del espectro de energía conocido. Es sabido que la luz visible, que nos parece blanca, es en realidad un arco iris de frecuencias diferentes cuando se mira a través de un prisma. Tenemos una banda visual estrecha, limitada a las frecuencias de onda dentro del espectro que llamamos “luz visible". Todo lo que está fuera de esta banda es invisible a simple vista, ¡pero existe!
Mantener la vida es ciertamente una cuestión de alimentar el cuerpo físico y de cuidarlo, pero hay otro elemento tan importante, si no más, que es la fuerza de vida o la energía vital, como quieran llamarlo. Muchas personas tienen una cierta conciencia de ello. La humanidad no está suficientemente avanzada como para poder "captarlo" con instrumentos científicos así que todavía existe en el reino de lo desconocido, pero cada ser humano es la expresión y el testimonio de ello. Traspasar nuestros límites sensoriales nos ha permitido reconocer la existencia de fenómenos más allá de nuestros parámetros perceptivos. Algunos ya constituyen parte de nuestra realidad; otros todavía pertenecen al mundo del ignoto.
Desde un plano más alto de conciencia, podemos ver que el universo es "un todo" y que todos sus elementos son partes de esa totalidad. Por mucho que tratemos de concretarlo con esfuerzo, situarlo en un contexto o explicar cómo funciona, la verdad es que somos parte de esta inmensa totalidad que funciona perfectamente, de forma espontánea. En el universo, las cosas suceden en armonía de acuerdo con un perfecto orden más elevado.
Nuestra necesidad humana de subdividir y catalogar viene del hecho de que, por naturaleza, percibimos y comprendemos racionalmente en un orden separado. La mente racional puede solamente percibir algunos fragmentos de conocimiento pero, en realidad, todo está conectado. Cuanto más se eleva nuestra conciencia, mejor conseguimos tener una mayor visión de conjunto, siendo capaces de percibir ciertas correlaciones entre nociones que, desde un plano inferior, aparecen separadas y desconectadas. Mas por muy grande que la imagen pueda ser, es solamente una parte de la totalidad.
Ahora que hemos llegado a un nivel suficiente de conciencia y conocimiento como para tener una visión más grande de nuestra realidad, la ciencia está en posición de ver las conexiones y combinar teorías y disciplinas que estaban separadas y diferenciadas hasta hace sólo algunas décadas. Sin embargo ningún descubrimiento científico o teoría racional podrán nunca abarcar todo el conocimiento o explicar el universo. Porque el universo es posibilidad infinita y eterna. Los científicos están buscando la teoría unificada, una sola teoría capaz de explicarlo todo, sin tener en cuenta que nuestra base de conocimientos, por muy extensa que pueda ser, será siempre solamente una parte mínima de la inmensidad que está ahí afuera.
Paradójicamente el impulso de tener una explicación definitiva sobre el universo es un ejercicio inútil y sin embargo estimula a la humanidad para traer saber adicional. Incluso cuando una teoría global parece haber sido encontrada, podrá solamente ser una explicación interina y transitoria. Nuestro conocimiento es acumulativo y está en constante expansión, y nos permite formular teorías en base a los elementos que han salido a la luz en esta realidad hasta este momento, para conectar los fragmentos dispersos del conocimiento que tenemos a nuestra disposición. Cada vez que pensamos que hemos encontrado esa teoría, en otro punto otro individuo importa una nueva pieza del puzzle y la teoría tiene que ser revocada para tomar en cuenta el nuevo descubrimiento. Esto ha estado sucediendo a lo largo de toda la historia.
El trabajo que la ciencia va realizando explorando el conocimiento es muy útil para la humanidad en muchos sentidos, pero tratar de explicar el universo será siempre únicamente un ejercicio mental y racional. Es útil recordar que lo juzgamos todo con parámetros intelectuales limitados, por muy grandes e importantes que pudieran parecernos a nosotros. Lo racional puede producir únicamente verdades parciales y teorías transitorias. Lo que podemos ver, percibir y estudiar es solamente una interpretación de lo que es, pero la mente humana en general muy a menudo lo considera como una verdad absoluta.
La Energía no sigue un plan racional sino que sigue una trayectoria más elevada. La Energía tiene su propia conciencia. En las teorías, y no importa lo aparentemente válidas que sean, siempre hay una falla, porque excluyen lo que no tiene prueba mensurable. Tienen en cuenta solamente el nivel racional y por lo tanto parten de unas suposiciones muy restringidas. Occidente se pensaba único y especial hasta que Marco Polo fue a China. Era lo mismo para Oriente, donde China pensaba que era el centro del mundo y el universo hasta que descubrió Occidente, más allá de sus propias fronteras. Cuando se conocieron, ambos vieron cosas que nunca habían imaginado. ¡Un nuevo mundo apareció de repente!. Desafortunadamente, hasta el día de hoy todavía existe mucha de esta actitud egocéntrica en el planeta.
Cualquiera que trae algo nuevo encuentra resistencia para empezar. Tenemos muchos ejemplos de ello en épocas recientes y lejanas, como Elvis, Mozart, Stravinsky, Galileo, Einstein y una larga lista de artistas, científicos, filósofos que fueron mal interpretados al principio y a menudo perseguidos por sus ideas, todo porque no se adhirieron a las tradiciones agonizantes.
En la práctica, ser capaz de expandir el conocimiento puede significar un salto enorme en términos de calidad de vida, erradicando muchas enfermedades y mucho sufrimiento inútil al que estamos todos directa o indirectamente expuestos en este mundo. La humanidad se está haciendo más y más sensitiva y abierta a la energía y puede percibir ciertos fenómenos. Ahora es el momento para nuestros cocientes racionales de hacer un salto en la conciencia para que podamos ver más de lo que hay más allá.
IN ENGLISH
The universe is a myriad of different energy frequencies. Of course, the universe is energy. Within it there are many dimensions and different planes of existence. Even science is beginning to talk about this in real terms, for example proponents of the String Theory and others have posited that there are many dimensions in the universe. I submit that we ourselves exist in several dimensions at the same time; we are, in fact, multidimensional beings.
The Light of Life is a multi-dimensional Energy, an inter-dimensional resource of transcendent Knowledge, encoded in energy. We access it in an inter-dimensional way, beyond the rational plane. This may sound complicated but it isn’t at all. Once you have experienced it, you realise it is difficult to explain it and yet you have an inner knowing about it.
If we go back a hundred years, apart from the small portion of visible light that we use to perceive the world, we didn’t know that all the other frequencies and wave lengths existed, from cosmic rays to radio waves. The different energy frequencies used today were still unknown up to about a hundred years ago. These phenomena cannot be revealed to the human sense system without the aid of instruments or technical apparatus.
It may be instructive to remember that as humans we apprehend the world through very narrow parameters. In fact, we perceive reality with a very small band of energetic frequencies within the known energy spectrum. It’s now known that visible light, which appears white to us, is actually a rainbow of different frequencies, when seen through a prism. We have a narrow visual band, limited to the frequency waves within the spectrum that we call “visible light”. Everything outside this frequency band is invisible to the naked eye, but it does exist!
Maintaining life is certainly a matter of feeding the physical body and looking after it, but there’s another element, just as important if not more so, and that is life force or vital energy, whatever you want to call it. Many people have a certain awareness of it. Humanity is not sufficiently advanced to be able to “capture” it with scientific instruments, so it is still in the realm of the unknown, but every human being is the expression and the testimonial of it.
Crossing our sensory limits has allowed us to recognise the existence of phenomena outside our perceptual parameters. Some already form part of our reality; others still belong to the world of the unknown.
From a higher plane of awareness, we can see that the universe is “whole” and that all its elements are parts of an entirety. However hard we may try to pin it down, set it in a context and explain how it works, the truth is that we are part of this immense totality that works perfectly, of its own accord. In the universe, things happen in harmony according to a perfect higher order.
Our human need to subdivide and catalogue comes from the fact that, by nature, we perceive and rationally understand in a separate order. The rational mind can only perceive some scattered pieces of knowledge but, in reality, everything is connected. The more our awareness is raised, the more we succeed in seeing a bigger picture, by being able to perceive certain correlations between notions that, from a lower plane, appear separate and unconnected. But however big the picture may be, it’s only a part of the totality.
Now that we’ve reached a level of sufficient awareness and knowledge to have a larger picture of our reality, science is in a position to see connections and to combine theories and disciplines that were still separate and distinct just a few decades ago. However no scientific discovery or rational theory will ever be able to encapsulate all knowledge or explain the universe. For the universe is infinite possibility and eternal. Scientists are looking for the unified theory, a single theory to explain everything, without taking into account that our knowledge base, however relatively broad it may be, will always only be a minimal part of the immensity that’s out there.
Paradoxically the drive to have a definitive explanation about the universe is an exercise in futility, yet it does spur humanity on to bring in additional knowledge. Even when a theory of everything appears to have been found, it can only ever be an interim, transitory explanation. Our knowledge is cumulative and continuously expanding and allows us to formulate theories on the basis of elements that have come to light in this reality up to this time, to connect the scattered pieces of knowledge that we have at our disposal. Every time we think we’ve found that theory, at some point another individual imports a new piece of the puzzle and the theory has to be reworked to take account of the new discovery. This has been happening throughout history.
The work that science does in exploring knowledge is very useful for mankind in many ways, but trying to explain the universe will always be nothing more than a rational mental exercise. It’s useful to remember that we judge everything with limited intellectual parameters, however great and important it may seem to us. The rational can only produce partial truths and transient theories. What we can see, perceive and study is only an interpretation of what there is, but the human mind in general very often regard it as absolute truth.
The Energy doesn’t follow a rational plan but follows a higher path. The Energy has its own awareness.
Theories, no matter how seemingly valid they are, there’s always a flaw in the work, because it excludes what doesn’t have measurable proof. It takes only the rational level into account and therefore starts from very restricted assumptions.
The West thought itself unique and special until Marco Polo went to China. It was the same for the East where China thought it was the center of the world and the universe until it discovered the West, beyond its own borders. When they met, both saw things they had never imagined. A new world suddenly appeared! Unfortunately, to this day there is still so much egocentric attitude in place on this planet
Anyone bringing something new encounters resistance to begin with. We have many examples in recent and remote times, such as Elvis, Mozart, Stravinsky, Galileo, Einstein and a long list of artists, scientists, philosophers who were misunderstood at the beginning, and often persecuted for their ideas, all because they didn’t adhere to moribund traditions.
In practice, being able to expand knowledge can mean an enormous leap in terms of quality of life, eradicating most diseases and much of the useless suffering to which we’re all directly or indirectly subject to in this world. Mankind is becoming more and more sensitive and open to energy and can perceive certain phenomena. Now it’s for our rational quotients to make a leap in awareness so we can receive more what lies beyond.
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